"Fue muy lindo recibir ese reconocimiento en medio del mal trago".
"El Ministerio de Defensa pidió que el sable de San Martín que está en el museo hace diez años, habiendo sido donado ahí, y en la década del 60 lo habían mandado a Granaderos, bueno el ministro de Defensa salió a decir que está mal. Para el 17 de agosto falta muy poco, la idea era tenerlo para ese día del aniversario sanmartiniano".
"El sable no lo veía casi nadie y ahora querían hacer un museo privado, pero la voluntad del donante es clave, no corresponde que se vaya en lo más mínimo del Histórico, no estaría nada bien".
"San Martín le dejó su sable a Rosas. Él luego cayó, después de la batalla de Caseros se fue a vivir a Inglaterra. Murió y le dejó el sable a su hija Manuela Rosas y ella lo donó al Museo histórico nacional. Pero en la década del 60, época de proscripción del peronismo, hubo dos robos políticos, el sable para dárselo a Perón en el exilio y el de Bolívar. En Uruguay hubo un robo de una bandera de los 33 orientales".
"Con el sable de San Martín, la segunda vez que lo recuperó el ejército se lo quedó, cuando vino el Gobierno de facto, Onganía se lo mandó a los Granaderos. Ahí quedó hasta 2015, Con el gobierno de CFK, ahí se lo llevaron al Histórico nacional, con custodia y por medio de un acuerdo".
"Hay un público fiel de los museos, el público del Nacional histórico es mucho público extranjero, de provincias y escuelas".
"Durante muchas décadas, estuvo medio frizado y alejado de todo. Eso comenzó a cambiar en el siglo XXI".
"Me hicieron renunciar dos veces, me adelantaron el despido a la semana pasada, me dijeron que es una decisión política. Puede ser por lo del sable, porque dije que no hay presupuesto, porque la persona que me reemplazó quería el puesto, en todo caso fue bastante abrupto".