"La recesión hace que la industria demande menos, se deberían generar mejores condiciones, pero el fundamentalismo de este gobierno de no generar más obras le hizo pasar un mal momento. Por no haber comprado una planta compresora que costaba 40 millones de dólares terminamos gastando 400 millones de dólares por traer más barcos. La energía en Argentina se genera con barcos. A veces es una mala intención para privatizar los negocios, este gobierno usa el Estado para hacer grandes negocios. La política energética no ha sido buena, las tarifas han volado mucho más que los salarios. Nos dolarizaron el costo de vida". .
"El fundamentalismo de la obra pública te llevan a estos problemas que no sabés si están inducidos para después hacer el negocio de los generadores en las veredas de Buenos Aires o el negocio de privatizar algo, la gestión es muy mala, la demanda de energía viene bajando y a pesar de esto es probable que haya cortes porque no ha ycontroles".